y la simple belleza de un nuevo día.
no te marchites corazón de oro que la víspera del crepúsculo
aún se encuentra lejos,
¡respira corazón mio!
recibe los rayos del sol y danza con la luna llena,
tú que eres mi pequeño tesoro de algodón mestizo,
recita tu poesía y habla en virtud de los que callan
no aflijas al tiempo, ni al hecho;
concibe en gracia tus latidos y segaras con riqueza.

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